El pasado 16 de noviembre se organizó en el auditorio “Nicolás Casullo” de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) el IV Encuentro de Reciclaje Inclusivo y Economía Circular, organizado por la Maestría y la Especialización en Ambiente y Desarrollo Sustentable.
Pablo J. Schamber docente de dicho trayecto formativo nos mencionó que esto no comienza hoy, “en noviembre del 2015 organizamos un encuentro bajo el nombre de Universidades Sustentables, donde la UNQ y otras universidades se reunieron para compartir las experiencias vinculadas a la clasificación interna de los residuos, de cómo se gestionan los residuos al interior de las universidades, y qué dificultades surgen de este proceso. Luego se realizó un primer evento y este es el segundo, de intercambio de experiencias entre grandes generadores y cooperativas que sirven a esos como destino sustentable”.
Esta relación se encuentra enmarcada en una política pública de la autoridad ambiental de la provincia de Buenos Aires, el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS). La implementación de las resoluciones 137-138-139/2013 promovió la articulación de Cooperativas de cartoneros y recuperadores con Grandes Generadores en términos de la prestación del servicio de tratamiento responsable de sus residuos reciclables.
De esta manera, Miguel Lacabana (UNQ-PIIDISA); Luis M. Couyoupetrou (UNAJ); Walter Vega (OPDS) y Sebastián Carenzo (UNQ-IESCT) tomaron sus lugares para iniciar la presentación de esta jornada de trabajo donde este último remarcó que: “El objetivo que tenemos en este encuentro es profundizar el concepto de Economía Circular. Sin el reciclaje inclusivo es una economía fingida que queda en la superficie, por eso la oportunidad que tenemos acá es reflexionar y profundizar sobre este concepto sin olvidar la inclusión social”.
En esta misma línea, y ya avanzado el debate uno de los asistentes insistió en revalorizar esta idea: “Nosotros trabajamos con energías renovables. Las municipalidades no nos atienden. Nosotros hacemos bio-disel y glicerina, con el residuo hacemos jabón, y con lo que nos queda hacemos abono orgánico. Nuestro planteo es que el abono sirva para recuperar suelos para obtener etanol.” Asimismo, detalló las características de la Economía circular: ”todo lo que se produce tiene que volver a la producción. Tengamos cuidado porque el reciclado inclusivo tiene que ser para Argentina parte de la economía circular porque si no nosotros quedamos todos afuera.”
Se encontraron agentes privados y públicos interesados en aumentar y escalar experiencias de gestión integral de residuos y en ampliar la formalización e integración de las cooperativas de cartoneros y recuperadores en el sistema de gestión de residuos a nivel metropolitano. Así se minimizará el aporte de materiales reciclables en los rellenos sanitarios. Schamber indicó que: “Son distintos tipos de públicos en busca de distintas experiencias y conocimientos. Algunos interesados en el mundo del reciclaje, otros con mucha sensibilidad social, otros ya trabajando en el marco de esta resolución y que vienen a conocer como lo hacen otros.”
La exposición de distintos referentes permitió conocer y profundizar sobre experiencias situadas, y necesidades concretas; como por ejemplo a Eduardo Murillo Presidente de Cooperativa Recicladores del Sur, quién expresó: “Nosotros tratamos que los compañeros de las cooperativas de cartoneros, los presidentes y referentes comiencen a comprender que estas actividades están atravesadas por cuestiones políticas. Debemos plantearlas como políticas de estado y estar presentes en las decisiones porque si no somos los primeros que sufrimos las consecuencias de las malas políticas ambientales.” Asimismo, remarcó que la universidad es el mejor lugar para incluir y relacionarse con otras cooperativas que no tienen tanto acceso o conocimiento sobre estos espacios y sobre el desarrollo que llevan adelante. Esto les permite vincularse con las empresas, con los profesionales; y empezar a redimensionar el reciclado desde la inclusión social, así como “el reconocimiento del mismo como un trabajo y que como tal debe ser pago.”
Luego del almuerzo, se realizó un taller donde se priorizó el armado de un mapeo legislativo que compete a esta actividad para pensar en los siguientes interrogantes: ¿Cuáles son las normativas existentes, en términos de ordenanzas, leyes, regulaciones en general a nivel nacional, provincial, municipal? ¿Cuáles existen pero no están reglamentadas? ¿Cuáles son aquellas que no existen y tenemos que crear?. Y por otra parte, pensar estrategias para avanzar en esos tres niveles; con ello se tendrá una hoja de ruta, una agenda de trabajo en común respecto a cómo avanzar en ese sentido.
Los encuentros de intercambio de experiencias permiten entender que en sus orígenes son muy disimiles, fomentar el diálogo entre las perspectivas de las empresas, los funcionarios y los cooperativistas que tienen un valor agregado, al igual que habilita al armado de una agenda común que oriente las políticas públicas.
En voces de distintos actores se recuperaron ciertos ejes relevantes que permiten continuar el trabajo de proyección de “políticas que incluyan a todos los recuperadores y cartoneros como parte activa y creativa en los procesos de transformación de esas políticas”; “encuentros donde el cruce con otros actores permite el debate sobre la formalización de los cartoneros, la profundización de temas que nos competen, el llamado a la participación en las decisiones para la regulación de la actividad”; “vincularnos entre las cooperativas, ese es el gran desafío para seguir creciendo. Este es el ámbito donde debemos reflexionar sobre como articulamos y mejoramos nuestras actividades.”
Pero sobre todo, no olvidemos aquello que mencionó Mirta Barrionuevo de la Cooperativa Manos a la Obra: “Tenemos que dejar de ser los negros para convertirnos en trabajadores”.
