Viviana Laurent es estudiante del Doctorado en Ciencia y Tecnología y forma parte del equipo de investigación del Laboratorio de Oncología Molecular de la UNQ, que junto con el Hospital Garrahan e investigadores del CONICET desarrolló el nuevo biomarcador CRX, un nuevo sistema de detección molecular altamente sensible y específico que permite de una manera temprana la detección extraocular, es decir por fuera del ojo, de un pequeño número de células tumorales no detectables por las técnicas habituales de rutina. Esto permite determinar el verdadero riesgo de recaída metastásica de los pacientes con retinoblastoma, el cáncer más frecuente de la infancia.
P: ¿Cómo se formó tu vínculo con el Laboratorio de Oncología Molecular? ¿Cuál fue tu motivación?
VL: Mi vínculo con el Laboratorio de Oncología Molecular (LOM) comenzó al poco tiempo de recibirme de Licenciada en Biotecnología en la Universidad Nacional de Quilmes. En ese entonces me encontraba en la búsqueda de un laboratorio donde poder comenzar a transitar por el Doctorado, en lo posible dentro del área de la biología molecular, que era lo que más me gustaba y me gusta hoy, y justo se dio el origen del vínculo entre este laboratorio y el Hospital de Pediatría Prof. Dr. Juan P. Garrahan, para el cual me convocaron. El proyecto me pareció tan prometedor, tan aplicable y útil para la sociedad en lo relativamente inmediato, en particular en esta población tan vulnerable como lo es la pediátrica, que no dudé en formar parte. Allí en el LOM, comencé a desarrollar el proyecto de investigación de nuevos marcadores moleculares en el retinoblastoma, cuyos primeros resultados derivaron en la conclusión de una tesis de Maestría que desarrollé en la Universidad de Buenos Aires. Posteriormente, me inscribí en lo que hoy es el Programa de Doctorado en Ciencia y Tecnología de la UNQ con sede de desarrollo del trabajo en el Hospital Garrahan. En esta institución, tuve la oportunidad de participar en la colección de las muestras de los pacientes intervinientes en el estudio, en la conformación del Banco de Tumores donde las muestras eran almacenadas, lo mismo que desenvolverme en un ámbito totalmente distinto al académico y volcado hacia lo asistencial.
P: ¿Cómo contribuyó el Doctorado en tu formación de investigadora?
VL: Sin dudas, el Doctorado fue fundamental para mi desarrollo en la investigación. Y no sólo en ese sentido, sino que también me permitió desarrollarme en la interacción con otros profesionales de distintas áreas de incumbencia como compañeros de trabajo, y comunicar mis ideas, organizarlas y elegir la mejor forma de llevarlas a cabo. Como comenté antes, tuve la oportunidad de tener formación en la investigación en el ámbito académico, sino también en el ámbito hospitalario que es más asistencial, destinado al paciente, lo cual me significó un desafío lleno de aprendizaje. Tengo el convencimiento de que, cualquiera sea la temática elegida para la tesis del Doctorado, el tener la oportunidad de participar de un proyecto de investigación para desarrollar una tesis brinda las herramientas y mecanismos de pensamiento básicos para la investigación y, por qué no, para la vida misma.
P: ¿Cómo crees que se sitúa hoy la Universidad ante los problemas de la sociedad?
VL: Veo que cada vez más la Universidad viene generando proyectos y vínculos con otras instituciones de índole tanto pública como privada, los cuales permiten aunar esfuerzos en beneficio de la sociedad. En este sentido, el proyecto conjunto entre la UNQ y el Hospital Garrahan ejemplifica esta situación, mostrando no sólo una transferencia de conocimiento académico aplicado, sino también de recursos humanos calificados y entrenados a la clínica, cuyo fin último es el beneficio del paciente. El LOM ha sido fundador en esta intención y ha sido exitoso. Siendo que hoy en día se privilegia al mercado por encima de lo social, creo que éste es el camino a seguir: hacer transferencia de conocimiento y tecnología desde la cuna del conocimiento y de la reflexión para ayudar en la solución de las problemáticas de la sociedad, y favorecer a su avance. Hoy la tendencia es desdibujar los límites de las disciplinas, de las instituciones, vinculándolas para generar más y mejor conocimiento. Acá radica la importancia de la Universidad.